El catalán de Olite

Nacido en Olite (Navarra) en 1906 y asentado y fallecido en Barcelona, en 1987, El Catalán de Olite fue para muchos el primer as del ciclismo español.

Mariano Cañardo fue junto a Ricardo Montero, los primeros españoles en participar en el Giro d’Italia allá por 1931. Obvio es decir que los que fueran grandes campeones de su época no fueron en su mejor momento de forma, ya que Mariano Cañardo perdía en la segunda etapa más de una hora con respecto al ganador. Ricardo Montero lo hizo un poco mejor, sólo se dejó media hora. Para la tercera jornada ambos se bajaron de sus monturas y abandonaron la carrera.

Mariano Cañardo repetiría participación en el 1933.

Esos años el ciclismo era de otra pasta, el ciclista era autónomo, la estructura de equipos que conocemos actualmente no existía. El ciclista se tenía que buscar la vida para llegar a la salida de la etapa, como al terminar la etapa,  que con la maleta a cuesta tenía que buscar una pensión. Allá lavarse la ropa, cenar y al día siguiente preparar la mochila para la nueva etapa.

En la carretera estaba prohibido cualquier cambio en la bicicleta. Los ciclista tenían que empezar y terminar la etapa con el mismo material con el que salieron, las ruedas, los cuadros de las bicis, todo estaba precintado y sellado. A la llegada, los jueces se encargaban de inspeccionarlo.

Este hecho le privó a Mariano Cañardo ser el ganador del Tour de Francia de 1928. Cañardo disputó la última etapa de la carrera sin derecho a aparecer en las clasificaciones. De esta manera, Cañardo es el único ganador de Tour de Francia como reemplazante. (Por tiempos hubiera ganado pero se encontraba desclasificado).

Siete veces ganador de la Volta a Catalunya, (podían haber sido 8 pero fue penalizado por tomar una cerveza cuando estaba a punto de desfallecer), cuatro campeón de España (también récord), segundo en la primera Vuelta (1935), sexto en el Tour en 1936 y 7º en los mundiales en ruta de 1930 y 1933.

Il Carpegna mi basta!

No sólo de Dolomitas vive el Giro de Italia y el próximo sábado la carrera pasa por el Cippo de Carpegna...

En este rincón de las Marcas se respira ciclismo del bueno. Fue hace ya algunos años en una entrevista concedida a L'Espresso por Marco Pantani, donde le preguntaron porque no preparaba mejor las carreras inspeccionando el recorrido como el resto de corredores a lo que Pantani respondió que le gustaba preparar las grandes vueltas por las montañas que hay alrededor de su casa en Cesenatico. Zanjó la entrevista con un "Il Carpegna mi basta!" y sino que se lo pregunten a Merckx, que aquí sufrió de lo lindo a manos de Fuente.

Con sus modestos 1358 metros, el Cippo entró en la historia en 1969. La jornada era cálida y el agua escaseaba, nadie se movió hasta el Carpegna, donde la tranquilidad se vio alterada por el ataque del Relojero de Ávila, Julio Jiménez. Pasaba por primera vez en la historia: primero por esta cima con 30 segundos de ventaja. Finalmente fue neutralizado en la bajada, Merckx atacó en la subida final al Monte Titano (San Marino), un pinchazo le privó de la victoria de etapa pero no de hacerse con la maglia rosa.

En 1973 por primera vez el Giro llegaba a Carpegna como final de etapa. Ese año Merckx llegaba en plena forma tras vencer París-Roubaix, Lieja-Bastogne-Lieja, Amstel Gold Race, París-Bruselas y Vuelta a España entre otras. La carrera empezó en Bélgica, con un Merckx intratable, ganó el prólogo y se vistió de rosa hasta el final. En la octava etapa se llegaba a Carpegna, previo paso por el Barbotto. Ahí a casi 60 kilómetros para meta, El Caníbal impuso un ritmo frenético que sólo pudieron resistir unos pocos corredores, entre ellos Fuente, al llegar a las duras rampas del Cippo volvió a atacar y se fue sólo con un joven Giovanni Battaglin que resistió su ritmo hasta la cima. En la bajada un nuevo hachazo hizo que el belga llegará a meta con 45 segundos de ventaja sobre el joven vicentino.

En 1974 el público italiano esperaba ansioso una nueva batalla en Carpegna. Fuente, en las filas del equipo KAS vestía de rosa desde la tercera etapa y no olvidaba la etapa del año pasado. Dispuesto a consumar su venganza, El Tarangu atacó cuando aun no se había subido ni un kilómetro de puerto, a su rueda Merckx, Battaglin y Conti, a mitad de subida los dejó con una nueva aceleración y coronó en solitario bajo un aguacero de escándalo. Fuente entraba victorioso en Carpegna tras una peligrosa bajada con más de un minuto sobre el belga.

Fuente podría haber ganado el Giro del 74 pero una de sus famosas pájaras lo dejó fuera de combate en la decimotercera etapa. Posteriormente se sabría que eran debidas a un problema con el azúcar que el asturiano arrastraba desde el principio de su carrera.

Por el Carpegna pasó de nuevo el Giro de 2008, alejada de la meta, la cima no fue decisiva. El Cippo ocupa un lugar destacado en la historia del ciclismo y un lugar especial en el corazón de los aficionados. Un letrero nos deja claro quien es el Rey de esta montaña - si bien jamás compitió en ella- Questo è il cielo del Pirata. Cada año se celebra una carrera de MTB denominada Il Carpegna mi basta! que con los años se ha convertido un sentido homenaje a Pantani. Una escultura y las numerosas pintadas que los tifosi dejan sobre el asfalto nos ayuda a no olvidar esos mediodías de gloria que ofrecía.

Una buena etapa para que algunos recuperen el tiempo perdido en Irlanda...  

¡Empezamos!

Olvidada de las corrientes turísticas italianas, la Basilicata – tierra de los ravioli de ricotta -  será una de las primeras protagonistas del Giro 2014 con la llegada a Viggiano, 6 kilómetros de ascensión sin grandes dificultades, para llegar a esta localidad que parece sacada de una leyenda medieval y esconde bajo sus montañas algunas de las reservas de petróleo de Italia, sus rampas verán las primeras batallas de este año.

Una batalla, es lo que lleva al Giro a Montecassino, esta primavera se cumplía el 70 aniversario de la destrucción del monasterio y la localidad a manos de los aliados. En la montaña donde se produjo una de las batallas más famosas de la Segunda Guerra Mundial, Purito, Quintana, Urán y compañía no escatimarán esfuerzos para llevarse la victoria en esta mítica montaña a donde el Giro llega por primera vez.

 

La subida es suave pero constante, a unos desniveles que rara vez superan el 6%, un total de 9 kilómetros hasta las mismas puertas del monasterio que en el s.VI fundó San Benedicto y que sería el germen de los posteriores monasterios benedictinos que tanto abundan por Europa.

La batalla ha comenzado.

El panadero de Berg

... o mejor Raymond Impanis. Nacido en una familia de origen italiano en 1925, su primer contacto con la bicicleta fue como repartidor del pan en la panadería que regentaba su padre.

En 1942 durante una carrera juvenil chocó contra un poste de alta tensión que le dejó el brazo derecho prácticamente paralizado, logró recuperar tan sólo el 20% de la movilidad, pero el accidente no fue excusa para dejar de crecer y competir.

Logra llegar a profesionales en 1947 y hace su debut en el Tour de Francia, logrando con 21 años adjudicarse la contrarreloj de Saint Brieuc que con sus 139 kilómetros, es a día de hoy la más larga jamás disputada.

Como buen flamenco ansiaba participar en las clásicas y ese mismo verano tomó salida en la Lieja-Bastogne-Lieja donde acabaría segundo, La Doyenne se le resistiría toda su carrera, llegando segundo en cuatro ocasiones pero no alcanzando la ansiada victoria final.

Durante los años siguientes continuó intentándolo, llegando siempre en cabeza, en 1949 ganó su primera Dwars door Vlaanderen (A través de Flandes), éxito que repetiría en 1951. En los años siguientes venció la Gent-Wevelgem  en dos ocasiones(1952-1953) y finalmente en la primavera de 1954 todo cambió.

Empezó el año ganando París-Roubaix y demostrando que no sólo sabía vencer en carreras de un día se reivindicó venciendo París-Niza antes de llevarse su primer Tour de Flandes. Rozó de nuevo la victoria en Lieja pero de nuevo quedó segundo.

Tras el año triunfal continuó intentando conquistar cada una de las carreras en las que competía sin lograrlo hasta 1957 cuando ganó Flèche Wallonne, un año antes tomó parte en la Vuelta a España subiéndose al tercer peldaño del podio en Bilbao, ciudad donde finalizaba la Vuelta, tras él en cuarta posición Federico Martín Bahamontes.

Siguió persiguiendo en vano su ansiada victoria en Lieja y una segunda París-Roubaix. Llegó 10 veces entre los diez primeros al velódromo de Roubaix y con 16 salidas fue hasta 2010 - año de su muerte - el ciclista con más participaciones en el Infierno del Norte. Su última victoria fue una segunda París-Niza en 1963.

Un pequeño héroe en un mundo de leyendas.

4 días de Dunkerque

El próximo 7 de mayo dará comienzo la 60ª edición de los 4 días de Dunkerque o Tour du Nord-pas-de-Calais.

Esta prueba por etapas la podemos resumir en 5 miniclasicas con viento, lluvia, adoquines y cotas que hacen que sea una carrera absolutamente espectacular. Un recorrido que permite múltiples emboscadas y batalla sin cuartel.

Pero ¿Por qué la carrera se llama los 4 días de Dunkerque?

Para ello nos tenemos que ir al año 1952, cuando un grupo de amigos reunidos en un café de Estrasburgo comienza a organizar una carrera por etapas en Dunkerque.

No fue hasta el año 1955 cuando se organiza la primera edición con el nombre de “Grand Prix de Dunkerque”, que 2 años después se transforma en los “4 días de Dunkerque”.

Esta carrera a lo largo de su historia ha tenido ediciones de 4-5 y 6 etapas, pero todas con un elemento en común; la fecha de inicio, el 4 de mayo.

De ahí el nombre de los 4 días de Dunkerque.

La carrera siempre ha dado comienzo el 4 de mayo hasta el año 2013, que fue el día 1 de mayo.

Con una pasión común... el ciclismo, nos ponemos en marcha, para desde aquí hablar de su historia, sus anécdotas, sus personajes y sus lugares.

Un rincón ameno donde seguir aprendiendo sobre el deporte que amamos y compartirlo con todos vosotros.